LAS BRUJAS EN LA ANTIGUA GRECIA

Aunque se cree que las brujas son leyendas procedentes de la Edad Media, no es cierto.
Proceden de la mitología griega. En la gran obra de Homero , la Odisea, ya se trataban a estos personajes mitológicos como un recurso fantástico en las historias.
En la Odisea se utilizaban a estos personajes como medios para alargar el reinado de los reyes.
Más tarde representaban a los cementerios como contacto con los muertos.

UN ANTES Y UN DESPUÉS EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS

Los juegos olímpicos de antiguamente eran muy distintos a los que conocemos hoy día, aunque aún se mantiene este espíritu olímpico.

Como curiosidad en estos juegos cabe destacar:
- En esa época no había deportes por equipos ni premios para los segundos puestos.
- Las mujeres no estaban autorizadas para presenciar las competencias o para participar de ella.
- Los hombres competían desnudos y las infracciones se castigaban con azotes.

"Los antiguos Juegos eran diferentes a los modernos. Había muchos menos deportes y solamente podían competir hombres que hablaran griego, en vez de atletas de todos los países", dijo Miltiades Hatzopoulos, director del centro de investigación de las antigüedades griegas y romanas de la Fundación Nacional de Investigación.

¿A qué debe su nombre el mar Egeo?

Egeo fue un personaje mitológico que al final de sus días, murió de una forma muy peculiar.
La llegada a Atenas de un heredero fortificó los ánimos de los atenienses, que estaban dispuestos a librarse del humillante tributo que ofrecían a Creta desde el fin de la guerra.
Para ello, Teseo se incluyó en la ofrenda de siete jóvenes y siete doncellas de ese año y viajó hasta el reino de Minos dispuesto a acabar con la vida del Minotauro. Antes de zarpar su padre le indicó que si triunfaba cambiase las velas negras del barco por otras blancas, para poder enterarse así de su victoria lo antes posible.
Desde que Teseo zarpó su padre se obsesionó con su vuelta y cada día subía hasta la Acrópolis, el punto más alto de Atenas, para ver si divisaba las velas blancas del barco de regreso. Pero Teseo, que había derrotado al Minotauro, olvidó cambiar las velas al estar pensando en la pérdida de Ariadna, la hija de Minos que lo había ayudado. Egeo, desesperado al creer muerto a su hijo, se suicidó lanzándose al mar que desde entonces lleva su nombre.